Los cambios generacionales han hecho de la sociedad un iceberg interpersonal , algo frio donde las nuevas generaciones se conectan a la distancia de un clic . Muchas veces hacer match se ha reducido a sentimientos pasajeros y endebles los cuales a veces terminan aburriéndose entre si , ya que se ha obviado el paso más importante de conocerse , de verse y sobre todo de comunicarse de una manera real y vivencial.
Pese a estas nuevas praxis comunicativas que suelen meter en una congeladora las emociones reales de las personas, aún existen amistades que son expresadas como en antaño , de una forma alejada del móvil , del Instagram , o de cualquier red social usada como nexo entre dos o más personas.
Solía ser días cálidos y de claustro donde Marco sufría cierto conflicto emocional causado por el pasar de años , hace un tiempo que afrontaba una nueva etapa llena de responsabilidades , preocupaciones e intereses de supervivencia llamados "vida".
Esta nueva etapa alejada de sus amigos de la universidad , amigos del cole o demás conocidos en los últimos 25 años de trayecto . En este tiempo donde comenzaba a sentirse solo , y sentía que cada vez la soledad mellaba su egocentrismo y frio carácter , lo enrumbo en una búsqueda de algo que muchas veces llega sin pensarlo. El verano no terminaba y recorría playa tras playa en busca de un sunset enamorador que tranquilice el alma , hasta que encontró unos ojos grandes y oscuros , cabello negro que entonaba con el color de piel . Deslumbrado pero tímido como siempre cayo en un suspiro y una pregunta : ¿Quién es? ¿Cuál es su nombre? … memoria intranquila , pensamiento inquieto , en el trayecto a su casa revisaba redes sin dejar tranquilo el móvil pero lamentablemente no daba con el nombre de aquel ser que comenzaba a inspirar la estación.
Paso el tiempo , pero la mente sigue pendiente de aquel nombre , de aquella persona . La ciudad era pequeña pero las causalidades aún no existían , hasta que el algoritmo hizo su trabajo o la casualidad jalo del hilo, de manera inequívoca se comenzó a forjar una amistad curiosa que iba escribiéndose de manera muy pausada, poco dudosa y temerosa por parte de ella . El hermetismo desesperaba a la paciencia usual de Marco , pero el intentaba comprender y controlaba el tiempo curioso , esta amistad se iba nutriendo de a pocos , tuvieron que pasar meses para poder fortalecer una salida presencial , algo tímida , teórica con mucha historia contada antes de concretarse. Algo emocionado pero de manera apañadora Marco asistía al encuentro , volvió a deslumbrase con esos gigantes ojos , buena platica hacia casi interminable la noche , la duda de despedirse o seguir viviendo en aquel momento cómodo e intenso fundía a Marco , y ya quería proponer un segundo encuentro que fue paralizado con una certera respuesta que limitaba a un "más adelante " o un " tal vez".
Muchas veces las sensaciones de duda frente al interés poco demostrado también frenaban a dar más pasos , lo que colocaba en duda mortal entre llegar a compartir más momentos , más pensamientos , intercambios agradables que solían entretener los días entre cortados a los cuales ya se había acostumbrado. La duda frenaba al cerebro y este escondía al corazón , pese a eso el sentimiento crecía de manera interna y el interés rondaba pero la paciencia también demostraba ser fiel amiga de Marco. Llego un tiempo corto de una salida más , una caminata de terror entre fobias de la calle y risas del comportamiento. En paralelo por una parte el temor seguía presente en meter al corazón en esta interesante relación , es por ello que la duda provoco un error que hasta ahora sigue pasando la factura a Marco quien decidió realizar las rutinas y caminatas compartidas en busca de una casualidad , en busca de un dialogo , en busca de una oportunidad y de un intento para evitar seguir desmoronando su alma y pensando en el estado de " sus ojos" … han pasado días y aún Marco espera una señal para poder descargar a través de un abrazo el más fuerte mensaje de interés y cariño hacia ella...
… FRAGMENTOS DEL SILENCIO...
P. UBIERNA
Que bonita crónica.
ResponderEliminarFelicidades al autor, me sentí vinculada con la historia.